With a little help from my friends
Me ocurre que quiero tanto a mis amigos músicos, que a veces tengo más nervios cuando ellos sacan un disco que cuando lo sacamos nosotros. No son nervios sólo, es también una especie de orgullo extraño y de enajenación mental que me hace ser fan a muerte. Me pasa con AMA, con Travolta, con Fran Nixon, con Jonston... Algunos vienen, y por esa cosa de la amistad, te invitan a tocar en alguna canción. Y entonces tienes que vencer todas tus inseguridades, olvidarte de si estarás a la altura del regalo, y simplemente, aceptar.
Las dos últimas intromisiones de Clovis en terreno ajeno son:
1) En el recién estrenado disco de Anntona. Manu, guitarrista y algo más del grupo más acojonante que ha surgido en los últimos diez años (o así), se ha sacado de la manga En la cama con Anntona, (descargadlo aquí) y a mí me ha dejado cantar en Ausencia de miedo y en Te escribo desde el barro, que creo que va sobre la paranoia; igual por eso me preguntó si quería hacerla. Y la verdad es que hay 4 o 5 frases en las que tuve que aguantarme para no echarme a llorar mientras la grababa.
2) En Ashfield Avenue, el primer disco de Alondra Bentley que sale el próximo 30 de Marzo. Fino tocó un bajo loquísimo en Giants are windmills y yo canté en Shine. El disco lo ha producido César Verdú, que como sabéis grabó las baterías de nuestro último disco (Bajo la influencia) y es una de las personas de las que más aprendo cada vez que nos vemos. El disco es un diez, y Alondra es mucho más que diez.
¡Y todavía tengo el valor de pensar a veces que no tenemos suerte! ¡Vamos, hombre!