Yo también quieroCreo que fué a Mauro Canut a quien oí decir una vez, que lo que le movía a escribir canciones eran todos esos grupos que le repatean. Como si al escuchar una canción horrible se dijera "venga, estoy hay que arreglarlo; voy a hacer yo una canción cojonuda". Me reconozco un poco en ese sentimiento, aunque bien es cierto que más para otras cosas de la vida que no son extrictamente musicales. Sin embargo, este fin de semana he visto un puñado de actuaciones fabulosas. De grupos o solistas que te hacen disfrutar de tal manera de la música que te remueven por dentro, y al final, el deseo de poder alcanzar ese nivel, me impulsa a hacer canciones. Me alegra que por una vez, me mueva la admiración y no la envidia o el desprecio. Los grandes artistas son una fuente de inspiración mucho más placentera que los malos. O al menos es lo que pienso ahora.