Qué bien lo hemos pasado en estos dos últimos conciertos. Han sido de esos en los que recuperamos la fe, no sólo en lo que hacemos, sino también en la gente que viene a vernos. ¡Si supierais cómo cambia todo cuando se está a gusto tocando!  Ya sé que debería ir a lo mío y abstraerme un poco del exterior, pero cuando el público atiende, obviamente, ayuda mucho.

Una persona grabó algunas canciones durante el concierto de Valladolid. Yo no me di cuenta (afortunadamente), me lo dijo Fino después. A mí me gustaría que nos pidieran permiso para grabarnos, y para colgarlo luego en Youtube. No sé si no lo hacen por temor a que no se lo demos, o porque no se plantean siquiera que haya que hacerlo. En fin, por ahí andarán los vídeos. Ojalá que hagan justicia al ambiente tan estupendo que hubo en el Café Teatro.

También vuelvo encantada del buen tiempo que hacía y lo bonito que estaba el paisaje. Tenía que haber hecho alguna foto, pero al final me quedo embobada mirando por la ventanilla y se me olvida. Como el Otoño ya dura poco en nuestros días, recomiendo a todo el mundo que haga una escapadilla al campo que les quede más a mano, cuanto antes.