A cuadrosResulta que llevamos un par de semanas haciendo todo tipo de coñas a cuenta del documental de Wilco "I'm trying to break your heart" dirigido por Sam Jones. Aunque no soy muy seguidora de Wilco, la peli es muy recomendable para hacerse una idea de los entresijos del proceso de grabación de un disco, las interioridades de un grupo y las paradojas que se dan en la industria musical (si os mola el tema, vaya). Fino y César coincidian en señalar la cantidad de grupos que te vienen ahora con el "I'm trying..." en la mano diciendo que quieren sonar así, cuando no podrían dar la talla ni remotamente, porque Wilco son unos musicos cojonudos y tal. Fino concluyó diciendo que el truco para sonar como Wilco es ponerse una camisa de cuadros, y que deberían regalar una con el dvd de la peli.
Así que anoche, rebuscamos en los armarios, y fuimos todos al estudio con camisas de cuadros - aunque el único que llevaba la auténtica camisa de cuadros de franela era Cesar, todo sea dicho.
Empezamos por grabar una que yo llamo "el hit de Fino". (En realidad tiene un título provisional que coincide con la única frase de la canción que no nos convence, no se qué haremos al final). Nos enroscamos un poco, intentando variar algunas cosas con respecto a como la habíamos ensayado en el local, porque allí sonaba más sucia, pero en el estudio la cosa cambiaba. Y después de tres horitas de darle vueltas, volvimos a lo básico, que es algo que ocurre a menudo, y decidimos dejarla como al principio. Tener pocos días de estudio es una putada, porque hay cosas a las que nos gustaría dedicarle más tiempo. Pero las horas corren, y estamos intentando grabar un LP, no un single. Y siempre queda la opción de los recordings. Conclusión; fuera camisas de cuadros, literalmente.
Hicimos parada para cenar y así salir del enroscamiento. Le cantamos el cumpleaños feliz a Nacho, que cumple como 27 o una ridiculez así, y nos comimos un bizcocho de miel que hice por la mañana. Es una especie de bomba de azucar, perfecta para ponerte las pilas. Y así fué; nos pusimos con otra que llamamos "bajo las ruedas" y en dos tomas estaba lista. Lo que gastas en una lo ahorras en otra... a veces.
Quedaba "la guidedbyvoices" para completar el plan previsto, y tampoco podíamos tocarla mil veces, porque todos los acordes de la guitarra van con cejilla y cambian unas 200 veces, y a Nacho se le queda la mano como un pulpo disecado. Al final pillamos el punto y quedó guay. Eran las 5 de la mañana y nos fuimos a casa. La señora que hace el turno de noche de recepción nos odia.
¶ 2:38 p. m.
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